Como tejedor o tricotador, tu función consiste en elaborar tejidos entrelazando hilos o hebras para crear telas. Aunque tu ocupación no implique directamente la exposición a sustancias cancerígenas, es importante que conozcas los posibles riesgos laborales, incluidos los relacionados indirectamente con los riesgos cancerígenos dentro de la industria textil.
Los riesgos cancerígenos en la fabricación textil pueden derivarse de la exposición a determinadas sustancias químicas, tintes y acabados utilizados en el proceso de producción. Por ejemplo, algunos tintes y pigmentos pueden contener compuestos cancerígenos, como aminas aromáticas o metales pesados. Además, la exposición al polvo y a las fibras de los textiles, especialmente las fibras sintéticas, puede plantear riesgos para la salud respiratoria, aunque no sean necesariamente cancerígenos.
Para mitigar estos riesgos, los tejedores y tejedoras deben priorizar las medidas de seguridad y adherirse a las mejores prácticas en su entorno laboral. Utilizar sistemas de ventilación adecuados y seguir los protocolos de seguridad establecidos también puede ayudar a reducir la propagación de sustancias nocivas en el lugar de trabajo. Utilizar equipos de protección individual (EPI) adecuados, como guantes, gafas y mascarillas, para minimizar la exposición a sustancias químicas, polvo y fibras peligrosas.