Una empresa que ofrece una amplia gama de servicios metalúrgicos utilizaba equipos de rectificado que requerían el uso de una emulsión lubricante-refrigerante.
Se esperaba que la emulsión disminuyera la temperatura de los componentes abrasivos durante los procesos de tratamiento de superficies metálicas. La emulsión lubricante-refrigerante contenía sustancias peligrosas tanto para la salud humana como para el medio ambiente, incluidos CMR y COV. Una de las sustancias era el formaldehído, clasificado como Cancerígeno y sensibilizante.
La empresa quería eliminar gradualmente estas sustancias. Así que cambiaron el sistema de rectificado de superficies y modernizaron el ciclo de rectificado existente.
Se adquirieron e instalaron nuevos componentes de trituración y se sustituyó la emulsión con abrasivos. El nuevo equipo permite trabajar sin sustancias peligrosas.