Las fórmulas cosméticas son propensas a la contaminación debido a su alto contenido en agua, a su pH y rango de temperaturas y a los ingredientes utilizados, que pueden actuar como nutrientes.
En el pasado, los parabenos, los formaldehídos o los productos halogenados eran los más utilizados para conservar la formulación. Por diferentes motivos, estos grupos conservantes están en discusión y pueden sustituirse por una combinación de ácidos orgánicos como el ácido benzoico, el ácido sórbico o el ácido anísico y caprilato de sorbitán a un pH < 6,0.