En el hospital OLVG de Ámsterdam, un robot citostático ha sustituido a los auxiliares farmacéuticos en gran parte de la preparación de la quimioterapia. El robot reduce la posibilidad de exposición a sustancias peligrosas, disminuye la tensión en las manos y deja más tiempo al auxiliar para otras preparaciones complejas.
Entorno y problema
Los riesgos se producen cuando los auxiliares farmacéuticos preparan la quimioterapia para los pacientes. Sufren, por ejemplo, problemas en las manos y se encuentran con las sustancias peligrosas presentes en la quimioterapia.
Solución
El OLVG es el primer hospital del Benelux y uno de los cincuenta del mundo que trabajan con un robot citostático. El robot funciona gravimétricamente: el pesaje de viales, bolsas y fluidos se realiza en una balanza segura. Los viales se identifican individualmente con sensores de altura y reconocimiento fotográfico. Trabajar con un robot crea un lugar de trabajo más seguro para los auxiliares farmacéuticos porque significa que hay una barrera total entre el auxiliar y las sustancias peligrosas.
Resultados
Gracias al uso del robot citostático, los asistentes no se encuentran con sustancias peligrosas cuando preparan la quimioterapia. Esto crea un lugar de trabajo más seguro para ellos.