En una empresa de fabricación de calzado situada en la región de La Rioja, España, se utilizaban dos disolventes para el curtido del cuero destinado a la fabricación de calzado.Se llevó a cabo la sustitución porque varios trabajadores se vieron afectados por una serie de problemas de salud que incluían vómitos, mareos y dolores de cabeza.
Los síntomas más alarmantes fueron los ataques epilépticos sufridos por dos trabajadores tras 10 horas de trabajo continuo con disolventes en un proceso de curtido.
Los productos peligrosos se sustituyeron por un disolvente cuyo único componente nocivo es la acetona. La empresa también decidió encargar cuero precurtido para reducir el uso de productos químicos.