Vuelta al trabajo después del cáncer: ¿Qué dice la ciencia?

Cada año se diagnostica cáncer en Europa a unos 1,6 millones de personas en edad laboral. Gracias a los avances médicos, el número de supervivientes de cáncer está aumentando y cada vez más pacientes recuperados vuelven a trabajar.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA, uno de los seis socios), ofrece una visión general de lo que se sabe sobre esta cuestión emergente basándose en la literatura científica. La pérdida económica total para la Unión Europea debida a los días de trabajo perdidos como consecuencia del cáncer se estimó en 9.500 millones de euros en 2009. Sin embargo, aunque la reincorporación al trabajo de los supervivientes de cáncer es importante desde el punto de vista económico, se sabe poco sobre el coste del fracaso. Muchos supervivientes de la enfermedad luchan por volver al trabajo, pero este proceso no siempre es fácil y pueden encontrarse con dificultades.

Problemas con la reincorporación al trabajo

Las investigaciones demuestran que los trabajadores afectados por cáncer declaran diversos efectos de la enfermedad y su tratamiento sobre su salud, incluidos síntomas mentales, cognitivos y físicos. La fatiga, el agotamiento y la tensión emocional son las secuelas más comunes, independientemente del tipo de cáncer. Otras secuelas del cáncer pueden ser la depresión, la ansiedad, el dolor y los problemas de atención y memoria. Como consecuencia de uno o varios de estos síntomas, su productividad laboral y su capacidad de trabajo pueden verse mermadas, lo que dificulta su permanencia o reincorporación al mercado laboral, y los supervivientes de cáncer pueden ser incapaces de realizar sus tareas habituales. Otros factores que influyen en la reincorporación al trabajo tras el tratamiento oncológico son el significado del trabajo y la motivación para trabajar, y las actitudes y comportamientos de compañeros o empleadores. Las experiencias negativas, como sentirse estigmatizada o discriminada, o las adaptaciones no solicitadas del lugar de trabajo dificultan la reincorporación. Abordar todos estos factores podría mejorar las tasas de vuelta al trabajo y señalar a los trabajadores que corren un riesgo específico de no volver al trabajo. En general, las adaptaciones laborales ofrecidas por los empresarios y el apoyo a la reincorporación al trabajo por parte de los profesionales sanitarios son apreciados por los supervivientes de cáncer, siempre que se acuerden y consulten con los trabajadores. Sin embargo, aunque existen programas de este tipo en varios países, parece que hay una falta de concienciación sobre ellos y sobre lo que se puede hacer para mantener a los supervivientes de cáncer en el trabajo. El tamaño de la empresa parece influir en las oportunidades de reincorporación al trabajo de los supervivientes de cáncer, según el informe de la EU-OSHA. En las empresas con menos de 250 trabajadores, la información y la concienciación sobre recursos para estrategias o programas de reincorporación al trabajo son especialmente escasas. La reincorporación al trabajo de los autónomos y de quienes trabajan en pequeñas empresas es aún más problemática.

¿Qué se puede hacer para apoyar la reincorporación al trabajo de los supervivientes de cáncer?

Se necesitan intervenciones eficaces para facilitar la vuelta al trabajo. Una reincorporación más amable al trabajo de los empleados con cáncer mejoraría el bienestar de este grupo vulnerable y disminuiría el coste económico para los trabajadores, los empresarios y la sociedad. Está demostrado que las intervenciones multidisciplinares centradas en el trabajador aumentan las tasas de reincorporación al trabajo, aunque sólo en pequeña medida. Estas intervenciones incluyen fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, rehabilitación profesional, educación, asesoramiento y formación. Sin embargo, el informe realizado por la EU-OSHA muestra que se sabe poco sobre la eficacia de las intervenciones de reincorporación al trabajo, incluidas las que prevén adaptaciones del lugar de trabajo. Esta es la razón por la que el siguiente paso de la EU-OSHA es seguir explorando las intervenciones existentes en el lugar de trabajo y los ejemplos de buenas prácticas de programas de reincorporación al trabajo, así como las experiencias de las empresas mediante estudios de casos de empresas. Se publicará más información sobre instrumentos, intervenciones, programas y prácticas que hayan tenido éxito, así como recomendaciones extraídas de experiencias prácticas. El objetivo último es proporcionar opciones políticas que puedan ser tenidas en cuenta por los responsables de la toma de decisiones para aumentar y apoyar la reincorporación al trabajo de los enfermos de cáncer. La EU-OSHA también está preparando un breve documento destinado a orientar a las empresas que se enfrentan a un caso de cáncer entre sus trabajadores.