Como técnico veterinario, tu función consiste en ayudar a los veterinarios a prestar atención médica a los animales, realizar pruebas diagnósticas, administrar tratamientos y ayudar en las intervenciones quirúrgicas.
Aunque tu ocupación se centra principalmente en la salud animal, es esencial ser consciente de los posibles riesgos laborales, incluidos los relacionados indirectamente con los riesgos cancerígenos dentro del ámbito veterinario.
Los riesgos cancerígenos en la práctica veterinaria pueden derivarse de la exposición a determinadas sustancias químicas, productos farmacéuticos y factores ambientales.
Por ejemplo, los técnicos veterinarios pueden entrar en contacto con sustancias cancerígenas como pesticidas, productos de limpieza y desinfectantes utilizados en las instalaciones para animales.
Además, la exposición a gases anestésicos y radiaciones durante los procedimientos diagnósticos y las intervenciones quirúrgicas también puede plantear riesgos para la salud, aunque no sean necesariamente cancerígenos.
Para mitigar estos riesgos, los técnicos veterinarios deben dar prioridad a las medidas de seguridad y seguir las mejores prácticas en su entorno de trabajo.
Esto incluye utilizar sistemas de ventilación adecuados y seguir los protocolos de seguridad establecidos para ayudar a reducir la propagación de sustancias nocivas en el lugar de trabajo.
Llevar equipos de protección individual (EPI) adecuados, como guantes, gafas y mascarillas, para minimizar la exposición a sustancias químicas, gases y radiaciones peligrosas.
¿Qué Cancerígeno(s) está(n) presente(s)?
Como Técnico veterinario, los siguientes Cancerígenos (generados por procesos) podrían ser un riesgo potencial para tu salud.
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