Como técnico químico, tu profesión te expone a riesgos cancerígenos potenciales asociados a la manipulación de diversas sustancias peligrosas. Estos carcinógenos adoptan diversas formas, como disolventes, productos químicos de laboratorio y subproductos potencialmente nocivos, entre otros. La exposición continuada por inhalación o contacto con la piel a estas sustancias puede elevar tu susceptibilidad a desarrollar cánceres con consecuencias para la salud a largo plazo.
Los técnicos químicos se encuentran habitualmente con riesgos cancerígenos como el benceno, un conocido carcinógeno presente en ciertos disolventes, y el óxido de etileno, utilizado en los procesos de esterilización. Además, la exposición al formaldehído, sustancia química habitual en los laboratorios, supone una amenaza importante para tu salud. El contacto regular con estas sustancias puede contribuir al desarrollo de cánceres, incluidos, entre otros, la leucemia, el cáncer de vejiga y los cánceres del sistema respiratorio.
Para protegerse de estos riesgos, es imprescindible adoptar medidas preventivas. Siempre que sea factible, prioriza el uso de materiales alternativos más seguros o emplea controles de ingeniería para limitar la exposición. Garantiza una ventilación adecuada en los espacios de trabajo para reducir las concentraciones de sustancias peligrosas en el aire. Utiliza equipos de protección, como guantes y mascarillas, para minimizar el contacto con la piel y la inhalación. Tomar estas precauciones contribuirá a un entorno de trabajo más sano y seguro, reduciendo los posibles riesgos cancerígenos asociados a tu función de técnico químico.