Como topógrafo, tu función consiste en medir y cartografiar terrenos y recopilar datos para proyectos de construcción, ingeniería o urbanización. Aunque tu ocupación no implique directamente la exposición a sustancias cancerígenas, es importante que conozcas los posibles riesgos laborales, incluidos los relacionados indirectamente con los riesgos cancerígenos en el entorno de la topografía.
Los riesgos cancerígenos pueden manifestarse de diversas formas en el campo de la topografía, como la exposición a sustancias químicas peligrosas durante las pruebas del suelo, la excavación de terrenos o las inspecciones de obras. Por ejemplo, ciertos materiales de construcción, pesticidas o productos químicos industriales utilizados en proyectos de urbanización pueden contener sustancias cancerígenas.
Para mitigar estos riesgos, los topógrafos deben dar prioridad a las medidas de seguridad y seguir las mejores prácticas en su campo. Esto incluye utilizar sistemas de ventilación adecuados y seguir los protocolos de seguridad establecidos para ayudar a minimizar la exposición a agentes cancerígenos. Llevar un equipo de protección individual (EPI) adecuado, como guantes, gafas y mascarillas, cuando se trabaja en entornos en los que es posible la exposición a sustancias químicas peligrosas ayudará a reducir aún más la exposición.