Como mecánico de vehículos, tu función consiste en diagnosticar, reparar y mantener diversos tipos de vehículos, como coches, camiones, motocicletas y otros equipos motorizados (como, por ejemplo, cortacéspedes o motosierras). En tu ocupación es importante ser consciente de los posibles riesgos laborales, incluidos los directamente relacionados con los riesgos cancerígenos dentro de la industria de reparación de automóviles.
Los riesgos cancerígenos en la reparación de automóviles pueden derivarse de la exposición a determinadas sustancias químicas y materiales utilizados en los procesos de mantenimiento y reparación de vehículos. Por ejemplo, el polvo de los frenos y las emisiones de escape de los vehículos contienen contaminantes como amianto, benceno y partículas diésel, que se han asociado a un mayor riesgo de cáncer y otros problemas de salud.
Para mitigar estos riesgos, los mecánicos y técnicos de vehículos deben dar prioridad a las medidas de seguridad y seguir las mejores prácticas en su entorno de trabajo. Esto incluye utilizar sistemas de ventilación adecuados y seguir los protocolos de seguridad establecidos para ayudar a reducir la propagación de sustancias nocivas en el lugar de trabajo. Llevar equipo de protección individual (EPI) adecuado, como guantes, gafas y mascarillas, para minimizar la exposición a productos químicos peligrosos, polvo y humos.