Como constructor de neumáticos, tu trabajo consiste en ensamblar diversos componentes para construir neumáticos para vehículos. Aunque puede que tu ocupación no implique directamente la exposición a sustancias cancerígenas, es importante ser consciente de los posibles riesgos laborales, incluidos los relacionados indirectamente con los riesgos cancerígenos en el entorno de la fabricación de neumáticos.
En la fabricación de neumáticos pueden surgir riesgos cancerígenos debido al uso de determinadas sustancias químicas y materiales en el proceso de producción. Por ejemplo, algunas sustancias químicas utilizadas en los compuestos de caucho o en los revestimientos de los neumáticos pueden contener compuestos cancerígenos como las aminas aromáticas o los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Además, la exposición al polvo y a los humos generados durante los procesos de fabricación de neumáticos puede plantear riesgos para la salud respiratoria, aunque no sean necesariamente cancerígenos.
Para mitigar estos riesgos, los constructores de neumáticos deben dar prioridad a las medidas de seguridad y seguir las mejores prácticas en su entorno de trabajo. Utilizar sistemas de ventilación adecuados y seguir los protocolos de seguridad establecidos también puede ayudar a reducir la propagación de humos y partículas nocivas en el lugar de trabajo. El uso de equipos de protección individual (EPI) adecuados, como guantes, gafas y mascarillas, ayudará a minimizar aún más la exposición a sustancias químicas peligrosas y a partículas.