Se calcula que hasta 30.000 trabajadores están expuestos al 1,4-dioxano en la UE. Los lugares de trabajo típicos en los que se utiliza el 1,4-dioxano son la industria química y del caucho. También puede aparecer como subproducto en la industria cosmética. Los trabajadores están expuestos principalmente a través de la contaminación atmosférica y por contacto dérmico, aunque también es posible la exposición oral. El 1,4-dioxano está clasificado como Cancerígeno de categoría 1B según la legislación CLP (Carc. 1B) y se sospecha que contribuye a la aparición de carcinomas en la nariz, así como de tumores en el hígado y los riñones. Además, el 1,4-dioxano provoca irritación ocular grave y puede causar irritación respiratoria; la exposición repetida de la piel puede provocar sequedad o formación de grietas.
Dónde se produce el riesgo
La exposición profesional se produce durante la producción, procesamiento y uso del 1,4-dioxano, por inhalación o exposición dérmica. El 1,4-dioxano se utiliza a menudo como disolvente, en laboratorios (por ejemplo, fase móvil en cromatografía) y en instalaciones industriales en procesos de polimerización. También es importante tener en cuenta las actividades de limpieza y mantenimiento en relación con la exposición.
Más sobre la sustancia
El 1,4-dioxano es un líquido claro e incoloro, que se mezcla fácilmente con otros disolventes. Debido a su inercia, se utiliza principalmente como disolvente propiamente dicho. Es muy inflamable y puede formar peróxidos explosivos. El 1,4-dioxano es una sustancia química antropogénica que no se da de forma natural en el medio ambiente. Es un subproducto conocido de los procesos industriales de etoxilación, por lo que puede estar presente como contaminante en cosméticos y productos de cuidado personal, donde su concentración está estrictamente regulada. El 1,4-dioxano también se ha encontrado como residuo en artículos de plástico y caucho (por ejemplo, guantes, botas, ropa, mangos de goma, palanca de cambios, volantes).
El 1,4-dioxano es estable en el agua y no se descompone. Los compuestos del aire pueden descomponer el 1,4-dioxano en diferentes compuestos rápidamente. Existe contaminación en el medio ambiente (aguas subterráneas) relacionada con la eliminación de disolventes químicos que contienen 1,4-dioxano y por la eliminación del propio 1,4-dioxano.
Peligros que pueden ocurrir
El 1,4-dioxano se absorbe rápida y casi completamente tras la inhalación y la exposición oral. La absorción por vía cutánea también es relevante. Tras la inhalación de 1,4-dioxano, pueden producirse dolores en la parte superior del abdomen y vómitos, así como irritación de los ojos y las vías respiratorias. Otros síntomas de intoxicación por 1,4-dioxano son lesiones hepáticas y renales, convulsiones y coma. En este contexto, debe tenerse en cuenta una absorción dérmica simultánea de la sustancia. Además, la exposición dérmica repetida al 1,4-dioxano puede provocar lesiones cutáneas. Además, en estudios con animales se observaron efectos sobre el hígado y los riñones, así como sobre el sistema nervioso central, como marcha tambaleante, narcosis, parálisis y coma. Cabe señalar que los principales órganos diana son el sistema respiratorio, el hígado y los riñones tras una exposición prolongada.
Qué puedes hacer
Debe considerarse la sustitución en las aplicaciones en que sea factible. Si no se dispone de alternativas o el 1,4-dioxano puede aparecer como subproducto, realiza periódicamente mediciones adecuadas de la exposición para saber cuándo y dónde deben tomarse medidas. Para evitar efectos adversos para la salud es, por tanto, de suma importancia reducir la exposición por debajo del valor límite basado en la salud. En los procesos industriales, algunos ejemplos de medidas técnicas de control son los sistemas cerrados, la ventilación general por extracción y la ventilación local por extracción. Incluso cuando se trabaja con sistemas cerrados, puede producirse exposición, por ejemplo, durante las tareas de muestreo. Las mediciones y las medidas de control son relevantes en este caso. Otras prácticas laborales recomendadas son proporcionar a los empleados información y formación sobre los peligros, y normas generales de higiene laboral para las zonas de manipulación de productos químicos. Los trabajadores de mantenimiento y limpieza también deben recibir formación. Investiga si los trabajadores informan de síntomas tempranos. Se recomienda recurrir a un médico del trabajo. Ten en cuenta que, en el caso del 1,4-dioxano, la evaluación de la exposición puede apoyarse con un control biológico, si procede según la legislación nacional. Los trabajadores deben ser conscientes de los efectos de la exposición. Los equipos de protección individual sólo deben utilizarse como último recurso, tras introducir las posibles soluciones de ingeniería.
Fuentes: BAuA, CLP, Comisión MAK alemana, RAC