No se dispone de estimaciones del número actual de trabajadores expuestos al tricloroetileno (TCE) en la UE. En 1990, se estimaba que 276.000 trabajadores estaban expuestos al TCE, aunque los usos han disminuido significativamente desde entonces.
Cuando los trabajadores están expuestos al TCE es principalmente por inhalación de vapores y por contacto de la piel con vapores o líquido. La sustancia está clasificada como Grupo 1 por la IARC, lo que significa que es Cancerígeno para el ser humano. El TCE está clasificado como Cancerígeno de categoría 1B según el reglamento CLP, lo que significa que la sustancia puede causar Cancerígeno en humanos. El tricloroetileno provoca cáncer de riñón e hígado en humanos. La sustancia es posiblemente mutagénica y puede causar linfoma no Hodgkin.
Dónde se producen los riesgos
La mayoría de las exposiciones al TCE se producen en industrias que fabrican productos metálicos, maquinaria y equipos de transporte. En la UE, el uso del TCE sólo está permitido para usos autorizados o como intermediario. Se aplica sobre todo como disolvente para eliminar la grasa de las piezas metálicas. Debido a la legislación, el volumen total de TCE utilizado en la UE ha disminuido significativamente durante las últimas décadas.
Más sobre la sustancia
El TCE es un alqueno halogenado que existe a temperatura ambiente como un líquido transparente, incoloro o azul que fluye libremente, con un olor agradable y dulce… Es poco soluble en agua, soluble en etanol, acetona, éter dietílico y cloroformo, y miscible en aceite. Es relativamente estable si se inhibe, pero la luz solar, el calor, el aire u oxígeno y la humedad pueden acelerar la reacción a productos de descomposición peligrosos.
Peligros que pueden ocurrir
Cuando se inhala, el TCE puede irritar la nariz, los ojos y la garganta y dañar el sistema nervioso. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, mareos, somnolencia y confusión. Una exposición grave también puede causar inconsciencia. En contacto con la piel, puede causar dolor, enrojecimiento e hinchazón de la piel. Una exposición prolongada puede causar cáncer de riñón y cáncer de hígado.
El periodo de latencia entre la exposición y el cáncer relacionado con el TCE varía entre 18 y 34 años.
Qué puedes hacer
La forma más eficaz de evitar la exposición es sustituirlo por una alternativa sin TCE o con menor concentración de TCE. Estos sustitutos suelen estar disponibles y deben utilizarse. Si no pueden sustituirse los productos que contienen TCE y se autoriza su uso continuado tras una solicitud de autorización, debe reducirse la exposición al TCE mediante controles técnicos, como sistemas cerrados o ventilación. Realiza periódicamente mediciones representativas de la exposición para saber cuándo hay que actuar. Haz que los trabajadores sean continuamente conscientes de los efectos de la exposición y anímales a informar de los primeros síntomas.
Además, forma a los trabajadores sobre los peligros, las prácticas laborales seguras y las medidas higiénicas eficaces. Compleméntalo con equipos de protección individual (EPI) cuando los controles factibles no sean suficientes para reducir la exposición por debajo de los límites de exposición. El EPP puede incluir gafas de seguridad y ropa protectora, como guantes, delantales y botas. Dado que puede producirse la ingestión de TCE debido a la contaminación cutánea, debe evitarse en la medida de lo posible el contacto con la piel.
Referencias IARC, CCOHS, NIEHS, NIOSH, CE, REACH