Como técnico de artillería, tu trabajo implica trabajar con diversos materiales y artefactos explosivos, lo que te expone también a posibles riesgos cancerígenos. Estos peligros pueden tener su origen en la manipulación, el almacenamiento y el mantenimiento de los explosivos, así como en los productos químicos asociados que se utilizan en el campo. Las sustancias presentes en los materiales explosivos pueden ser cancerígenas .
La exposición continuada a estas sustancias cancerígenas puede aumentar el riesgo de desarrollar efectos sobre la salud a largo plazo, incluidos cánceres como la leucemia, el cáncer de vejiga y los cánceres del sistema respiratorio. Prácticas como los sistemas de ventilación adecuados, los reconocimientos médicos rutinarios y el cumplimiento de las normas de seguridad son esenciales para mitigar los riesgos potenciales para la salud asociados a la función de técnico de artillería. Mantenerse al día sobre los avances en las medidas de seguridad y participar en programas de formación continua puede mejorar la seguridad en el lugar de trabajo y reducir la probabilidad de efectos negativos para la salud a largo plazo. Para minimizar los riesgos de cáncer, es crucial aplicar protocolos de seguridad estrictos, utilizar equipos de protección individual (EPI) adecuados y cumplir las directrices establecidas para la manipulación de materiales explosivos.