Como técnico de laboratorio médico, tu función implica la exposición regular a diversos peligros potenciales que pueden suponer riesgos para tu salud, incluidas sustancias potencialmente cancerígenas. Estos peligros pueden adoptar formas diversas, desde reactivos químicos y agentes biológicos hasta radiaciones ionizantes. La exposición prolongada a estas sustancias puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer u otros efectos adversos para la salud.
Los reactivos químicos utilizados habitualmente en los laboratorios médicos, como el formaldehído, determinados disolventes y otras sustancias cancerígenas, presentan riesgos potenciales. Además, la manipulación de materiales biológicos, incluidos los agentes infecciosos, puede suponer riesgos para la salud si no se siguen los protocolos de seguridad adecuados. Las radiaciones ionizantes de los equipos de diagnóstico, como las máquinas de rayos X, también representan un riesgo cancerígeno potencial si no se gestionan con cuidado.
Para protegerse de estos riesgos, es crucial seguir protocolos de seguridad estrictos y utilizar medidas de protección. Esto incluye llevar el equipo de protección individual (EPI) adecuado, como guantes, batas de laboratorio y gafas protectoras, al manipular sustancias químicas o muestras biológicas. La aplicación de sistemas de ventilación adecuados y el cumplimiento de los procedimientos de contención pueden minimizar aún más el riesgo de exposición.