Se calcula que 46.900 trabajadores de la UE están expuestos al óxido de etileno. La exposición al óxido de etileno se produce principalmente por inhalación e ingestión. La sustancia es cancerígena de categoría 1B y puede causar leucemia y cáncer linfoide y de mama.
La exposición también está relacionada con el aborto espontáneo, daños genéticos, daños nerviosos, parálisis periférica, debilidad muscular, así como alteraciones del pensamiento y la memoria. La forma líquida del óxido de etileno puede causar irritación grave de la piel cuando la exposición es prolongada o confinada.
Dónde se producen los riesgos
Existe un alto riesgo de exposición al óxido de etileno de los trabajadores de los servicios médicos, la industria gráfica, la fabricación de productos químicos industriales y la fabricación de caucho y plástico.
Más sobre la sustancia
El óxido de etileno es un gas inflamable e incoloro a temperaturas superiores a 10,7 °C que huele a éter a niveles tóxicos. Tiene una densidad superior a la del aire, lo que significa que a puede esparcirse fácilmente por el suelo. El óxido de etileno se encuentra en la producción de disolventes, anticongelantes, textiles, detergentes, adhesivos, espuma de poliuretano y productos farmacéuticos. El principal uso del óxido de etileno es como producto químico intermedio en la fabricación de etilenglicol. La sustancia está presente en cantidades menores en fumigantes, agentes de esterilización de especias, cosméticos y equipos quirúrgicos.
Peligros que pueden ocurrir
Los efectos agudos y los primeros síntomas de la exposición al óxido de etileno pueden causar dolor ocular, dolor de garganta, dificultad para respirar, visión borrosa, mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, convulsiones, ampollas, tos, aumento de abortos en las trabajadoras, degeneración testicular y menor concentración de esperma. Las soluciones acuosas pueden causar ampollas en la piel. La evaporación rápida de la forma líquida de la sustancia puede causar congelación. El contacto prolongado o repetido con el óxido de etileno puede causar sensibilización cutánea. La inhalación prolongada o repetida puede provocar asma. La sustancia también puede afectar al sistema nervioso. La exposición prolongada puede causar leucemia, cáncer linfoide o de mama.
El periodo de latencia del cáncer relacionado con el óxido de etileno varía de 9 a 20 años.
Qué puedes hacer
La forma más eficaz de evitar la exposición es sustituirlos por productos que no contengan óxido de etileno o que contengan menos óxido de etileno. Si los productos que contienen óxido de etileno no pueden sustituirse, la exposición al óxido de etileno debe reducirse mediante controles de ingeniería. Por ejemplo, instalar sistemas de ventilación que no produzcan chispas y proporcionar lavaojos y duchas de seguridad si existe riesgo de contacto o salpicaduras. Realiza continuamente mediciones correctas de la exposición para saber cuándo hay que actuar. Investiga si los trabajadores informan de los primeros síntomas. Haz que los trabajadores sean continuamente conscientes de los efectos de la exposición. Además, forma a los trabajadores sobre los peligros, las prácticas laborales seguras y las medidas higiénicas eficaces.
Para proteger a nivel individual, los trabajadores deben llevar gafas y ropa de protección adecuada para proteger la piel en todo momento en las zonas donde exista riesgo de salpicaduras de óxido de etileno líquido. Toda la ropa que haya sido degradada por el óxido de etileno debe desecharse. Los equipos de protección individual sólo deben utilizarse como último recurso, tras introducir las posibles soluciones de ingeniería. Los trabajadores no deben comer, beber ni fumar mientras trabajen con óxido de etileno.